Lo que hay que saber para decidir la compra de una horquilla de suspensión. Sus partes, los diferentes sistemas de amortiguación, los desarrollos y las regulaciones.
Como la mayoría de nosotros sabemos una bicicleta todo terreno (TT) está pensada y diseñada para resistirlo casi todo, y según nos limite nuestra economía lo podremos comprobar, aun a riesgo de romper algo en el intento.
Así como hoy ya no imaginamos una bici que no tenga un cuadro de aluminio, tampoco podemos concebirla sin una horquilla con suspensión. Con estos adelantos tecnológicos podemos contar con bicis más confortables y mucho más maniobrables. Basta de rebotar contra los pozos o las piedras.
Muchas marcas se ocupan de desarrollar estas piezas, algunas pensando en las competencias más importantes de esta modalidad, otras abarcando un segmento de uso más terrenal y un tercer grupo que si bien no aporta los mejores desarrollos, acercan a la gran masa de ciclistas principiantes algo del confort y la maniobrabilidad de sus hermanas mayores.
Hablando del primer grupo, en muchas ocasiones la horquilla que le ponés a tu bici o la que trae de fábrica tu nueva bici es bastante más cara que un muy buen cuadro de aluminio. Para poder entender esto tenemos que tener en cuenta que lo que hoy día cuesta diseñar y construir una horquilla es mucho más que lo que cuesta diseñar y construir un cuadro de aluminio, que ya lleva muchos años en el mercado, por cierto más que las horquillas de suspensión.
La necesidad de aumentar la calidad de las prestaciones y de bajar el peso son en este campo dos cosas contradictorias. Eso obliga entre otras cosas a utilizar materiales de alta calidad (aluminio, magnesio, carbono) con tratamientos muy específicos, para tolerar el abuso al que van a ser sometidas. Para obtener el mejor producto las marcas líderes invierten mucho en investigación e ingeniera.
Según el valor final del producto, las horquillas de suspensión actuales ofrecen mayor o menor tecnología. Pero sin embargo, en la actualidad podemos encontrar en casi todas tecnologías como sellados externos e internos, válvulas hidráulicas, presiones de aire, resortes, elastómeros, aceites, etcétera. En las horquillas de mejor calidad el ajuste final se hace a mano, para asegurarse una máxima precisión en el ensamble de las piezas, cosa que no se hace de igual modo en la producción en cadena de las horquillas de uso masivo.
La ecuación es bastante simple: menos peso es igual a mejor calidad y empleo de materiales de altísima resistencia, lo que incide directamente en el precio de la pieza. (Y algo muy importante: mayor tecnología es igual a mayor frecuencia en los tiempos de intervalos mecánicos.)
Muchas marcas se ocupan de desarrollar estas piezas, algunas pensando en las competencias más importantes de esta modalidad, otras abarcando un segmento de uso más terrenal y un tercer grupo que si bien no aporta los mejores desarrollos, acercan a la gran masa de ciclistas principiantes algo del confort y la maniobrabilidad de sus hermanas mayores.
Hablando del primer grupo, en muchas ocasiones la horquilla que le ponés a tu bici o la que trae de fábrica tu nueva bici es bastante más cara que un muy buen cuadro de aluminio. Para poder entender esto tenemos que tener en cuenta que lo que hoy día cuesta diseñar y construir una horquilla es mucho más que lo que cuesta diseñar y construir un cuadro de aluminio, que ya lleva muchos años en el mercado, por cierto más que las horquillas de suspensión.
La necesidad de aumentar la calidad de las prestaciones y de bajar el peso son en este campo dos cosas contradictorias. Eso obliga entre otras cosas a utilizar materiales de alta calidad (aluminio, magnesio, carbono) con tratamientos muy específicos, para tolerar el abuso al que van a ser sometidas. Para obtener el mejor producto las marcas líderes invierten mucho en investigación e ingeniera.
Según el valor final del producto, las horquillas de suspensión actuales ofrecen mayor o menor tecnología. Pero sin embargo, en la actualidad podemos encontrar en casi todas tecnologías como sellados externos e internos, válvulas hidráulicas, presiones de aire, resortes, elastómeros, aceites, etcétera. En las horquillas de mejor calidad el ajuste final se hace a mano, para asegurarse una máxima precisión en el ensamble de las piezas, cosa que no se hace de igual modo en la producción en cadena de las horquillas de uso masivo.
La ecuación es bastante simple: menos peso es igual a mejor calidad y empleo de materiales de altísima resistencia, lo que incide directamente en el precio de la pieza. (Y algo muy importante: mayor tecnología es igual a mayor frecuencia en los tiempos de intervalos mecánicos.)
Por fuera
Puestos a describir una horquilla por fuera tenemos:
- Las botellas, que son las piezas que más expuestas están al ataque de agentes externos. Están unidas por un arco, el cual puede pasar por delante o por detrás de la posición de uso. Algunas marcas optan por usar ambas opciones. Las botellas tienen retenes y bujes internos para vincularse con los barrales y son las encargadas de alojar la rueda delantera y de mantener lubricado el sistema de amortiguación.
- Los barrales, que son dos tubos unidos por un puente o cristo en el cual va insertado el tubo de dirección. Dentro del barral tendremos alojado el sistema de amortiguación que da funcionamiento a la horquilla.
Una de las partes más importantes de nuestra horquilla es la unión entre el cristo y el tubo de dirección, ya que es el punto de anclaje con el cuadro. La mayoría usa para esto el aluminio mecanizado, que permite ahorrar algo de peso. Por el contrario, si lo que se busca es resistencia, para soportar mayor maltrato, esta pieza se refuerza especialmente, con el consiguiente aumento de peso. En horquillas de doble puente o doble cristo éstos están por encima y por debajo del juego de dirección, aumentando notablemente la resistencia y la rigidez. Este sistema es el utilizado básicamente en bicis de descenso. De cualquier modo, esto limita la dirección y por consiguiente la maniobra, ya que los barrales hacen tope en el cuadro.
Para evitar esta limitación algunas marcas importantes han lanzado al mercado el tubo de dirección one-point-five, más ancho que el habitual (1.5” = 38,1 mm), que suministra grandes niveles de rigidez y seguridad, lo que reduce la necesidad del doble cristo, que a partir de esto se usa sólo para horquillas de 200 mm de recorrido específicas de descenso. Y con la popularización del one-point-five se llegó a otra tendencia actualmente respaldada por muchos fabricantes, que combina combinado 1-1/8” (1.125” = 28,575 mm) arriba y 1.5” abajo. De esta forma se logró más rigidez y menos peso que en el sistema anterior.
Otra solución a este tema es la que aplica una marca norteamericana de horquillas, que ha desarrollado y usa puentes y tubos de dirección en carbono para evitar vibraciones y ahorrar peso final.
Puestos a describir una horquilla por fuera tenemos:
- Las botellas, que son las piezas que más expuestas están al ataque de agentes externos. Están unidas por un arco, el cual puede pasar por delante o por detrás de la posición de uso. Algunas marcas optan por usar ambas opciones. Las botellas tienen retenes y bujes internos para vincularse con los barrales y son las encargadas de alojar la rueda delantera y de mantener lubricado el sistema de amortiguación.
- Los barrales, que son dos tubos unidos por un puente o cristo en el cual va insertado el tubo de dirección. Dentro del barral tendremos alojado el sistema de amortiguación que da funcionamiento a la horquilla.
Una de las partes más importantes de nuestra horquilla es la unión entre el cristo y el tubo de dirección, ya que es el punto de anclaje con el cuadro. La mayoría usa para esto el aluminio mecanizado, que permite ahorrar algo de peso. Por el contrario, si lo que se busca es resistencia, para soportar mayor maltrato, esta pieza se refuerza especialmente, con el consiguiente aumento de peso. En horquillas de doble puente o doble cristo éstos están por encima y por debajo del juego de dirección, aumentando notablemente la resistencia y la rigidez. Este sistema es el utilizado básicamente en bicis de descenso. De cualquier modo, esto limita la dirección y por consiguiente la maniobra, ya que los barrales hacen tope en el cuadro.
Para evitar esta limitación algunas marcas importantes han lanzado al mercado el tubo de dirección one-point-five, más ancho que el habitual (1.5” = 38,1 mm), que suministra grandes niveles de rigidez y seguridad, lo que reduce la necesidad del doble cristo, que a partir de esto se usa sólo para horquillas de 200 mm de recorrido específicas de descenso. Y con la popularización del one-point-five se llegó a otra tendencia actualmente respaldada por muchos fabricantes, que combina combinado 1-1/8” (1.125” = 28,575 mm) arriba y 1.5” abajo. De esta forma se logró más rigidez y menos peso que en el sistema anterior.
Otra solución a este tema es la que aplica una marca norteamericana de horquillas, que ha desarrollado y usa puentes y tubos de dirección en carbono para evitar vibraciones y ahorrar peso final.
Sistemas de amortiguación
Ubicados en el interior de los barrales, actualmente existen diferentes sistemas de amortiguación:
- Resorte y aceite. En el interior del barral se encuentran el resorte y el aceite. Este último puede estar en baño abierto, recubriendo el resorte, o en cartucho cerrado, con diferentes válvulas de paso del aceite. Se puede variar la dureza del resorte así como la densidad del aceite para adaptarse al peso, al terreno y a la utilidad que le da el usuario.
- Resorte y aire. Es un sistema más liviano, pero implica zonas selladas para que no se pierda la presión de aire. Hay combinaciones de aire, aceite y resorte en las cuales el primero funciona como asistencia a la precarga.
- Aire y aceite. Dependiendo de la presión del aire acumulado en el interior, variará la suavidad y absorción de la horquilla. Normalmente este sistema es utilizado en horquillas de competición, donde bajar el peso se valora grandemente.
Ubicados en el interior de los barrales, actualmente existen diferentes sistemas de amortiguación:
- Resorte y aceite. En el interior del barral se encuentran el resorte y el aceite. Este último puede estar en baño abierto, recubriendo el resorte, o en cartucho cerrado, con diferentes válvulas de paso del aceite. Se puede variar la dureza del resorte así como la densidad del aceite para adaptarse al peso, al terreno y a la utilidad que le da el usuario.
- Resorte y aire. Es un sistema más liviano, pero implica zonas selladas para que no se pierda la presión de aire. Hay combinaciones de aire, aceite y resorte en las cuales el primero funciona como asistencia a la precarga.
- Aire y aceite. Dependiendo de la presión del aire acumulado en el interior, variará la suavidad y absorción de la horquilla. Normalmente este sistema es utilizado en horquillas de competición, donde bajar el peso se valora grandemente.
Recorridos
Un recorrido de 80/100 mm es el habitual en horquillas para competición de cross country (XC) y, en general, para las horquillas de cicloturismo y uso recreativo general. En las orientadas a bicis de doble suspensión, que tienen un uso muy polivalente, encontramos que los recorridos ya van desde los 120 hasta los 180 mm. Y como uso especifico de descenso (DH) tenemos ya unos 200 mm de recorrido.
Los recorridos de 120 a 180 mm requieren una geometría específica en la bici, ya que se aumenta la altura y los ángulos de dirección varían. En el caso de las full suspension, siempre van acompañadas con una suspensión trasera acorde, lo que modifica el comportamiento final de la bici.
Si tenés claro lo que buscás y esto es específico para una única modalidad, no hay problemas, salvo la obvia restricción del precio. Pero si por el contrario el uso que le vamos a dar a la bicicleta es variable, en distintos terrenos de montaña, habrá que elegir una horquilla con buenas regulaciones de recorrido, externas de ser posible, y operando sencillos diales la adaptarás a cada circunstancia.
Un recorrido de 80/100 mm es el habitual en horquillas para competición de cross country (XC) y, en general, para las horquillas de cicloturismo y uso recreativo general. En las orientadas a bicis de doble suspensión, que tienen un uso muy polivalente, encontramos que los recorridos ya van desde los 120 hasta los 180 mm. Y como uso especifico de descenso (DH) tenemos ya unos 200 mm de recorrido.
Los recorridos de 120 a 180 mm requieren una geometría específica en la bici, ya que se aumenta la altura y los ángulos de dirección varían. En el caso de las full suspension, siempre van acompañadas con una suspensión trasera acorde, lo que modifica el comportamiento final de la bici.
Si tenés claro lo que buscás y esto es específico para una única modalidad, no hay problemas, salvo la obvia restricción del precio. Pero si por el contrario el uso que le vamos a dar a la bicicleta es variable, en distintos terrenos de montaña, habrá que elegir una horquilla con buenas regulaciones de recorrido, externas de ser posible, y operando sencillos diales la adaptarás a cada circunstancia.
Regulaciones
La regulación de una horquilla te permite adaptarla en cada momento a cada terreno y cada necesidad. Las regulaciones más utilizadas son:
- La precarga, relacionada con el peso del ciclista, que influye en la velocidad y la suavidad con la que la horquilla absorbe el impacto. Puede ser por compresión de un resorte o por presión de aire. Algunas marcas tienen precarga positiva (+) y negativa (-), lo que las hace más precisas.
- El rebote. Una vez que la horquilla absorbe el impacto debe volver a su posición inicial. Regulando el rebote lo podés hacer más rápido o más lento, según elijas. En este sistema interviene el aceite del interior del barral.
- La compresión, que es el sistema por el cual podemos optar por un uso normal, abierto, o bloquear un paso de aceite, obteniendo así más rigidez y menor pérdida de energía. Puede accionarse en la horquilla o a distancia, con una palanca en el manubrio.
- El bloqueo, que se ha hecho universal en estos últimos años, permite anular el funcionamiento de la horquilla para que no absorba ninguna energía de la pedaleada. Hay sistemas de todo o nada y sistemas que regulan progresivamente hasta llegar al bloqueo total. Lo último en esta materia es el bloqueo inteligente: con el sistema cerrado, un impacto de cierta medida hace que el sistema lo reconozca y active la suspensión, y pasado el suceso la suspensión vuelve al bloqueo establecido.
- Los ajustes de recorrido, que por lo general son establecidos por el fabricante een dos o tres escalones.
En materia de suspensiones, en la actualidad se desarrolla una carrera tecnológica entre las marcas de mayor trayectoria en la que participan pequeños ejércitos de ingenieros y corredores expertos, los cuales se fijan como meta superar lo inventado hasta el momento. De esta “guerra” los beneficiados somos los usuarios, que cada año podemos disfrutar de nuevos y sofisticados beneficios.
- La precarga, relacionada con el peso del ciclista, que influye en la velocidad y la suavidad con la que la horquilla absorbe el impacto. Puede ser por compresión de un resorte o por presión de aire. Algunas marcas tienen precarga positiva (+) y negativa (-), lo que las hace más precisas.
- El rebote. Una vez que la horquilla absorbe el impacto debe volver a su posición inicial. Regulando el rebote lo podés hacer más rápido o más lento, según elijas. En este sistema interviene el aceite del interior del barral.
- La compresión, que es el sistema por el cual podemos optar por un uso normal, abierto, o bloquear un paso de aceite, obteniendo así más rigidez y menor pérdida de energía. Puede accionarse en la horquilla o a distancia, con una palanca en el manubrio.
- El bloqueo, que se ha hecho universal en estos últimos años, permite anular el funcionamiento de la horquilla para que no absorba ninguna energía de la pedaleada. Hay sistemas de todo o nada y sistemas que regulan progresivamente hasta llegar al bloqueo total. Lo último en esta materia es el bloqueo inteligente: con el sistema cerrado, un impacto de cierta medida hace que el sistema lo reconozca y active la suspensión, y pasado el suceso la suspensión vuelve al bloqueo establecido.
- Los ajustes de recorrido, que por lo general son establecidos por el fabricante een dos o tres escalones.
En materia de suspensiones, en la actualidad se desarrolla una carrera tecnológica entre las marcas de mayor trayectoria en la que participan pequeños ejércitos de ingenieros y corredores expertos, los cuales se fijan como meta superar lo inventado hasta el momento. De esta “guerra” los beneficiados somos los usuarios, que cada año podemos disfrutar de nuevos y sofisticados beneficios.
DATO: Al hacer una mantención de horquilla necesitaras aceite, este aceite se mide en grados SAE que establecen solamente la viscosidad o densidad del lubricante a una temperatura de referencia (-18 °C, o bien 100 °C), pero no concreta cómo varía dicha viscosidad con la temperatura.
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